Una inversión de 75 mil pesos dio
culminación a las acciones constructivas en la instalación con el
completamiento de la red hidrosanitaria e hidráulica, así como la cerca
perimetral y cobertura de áreas exteriores con losa hexagonal. Importantes
recursos se pusieron a disposición del personal: televisor de moderna
tecnología, ventiladores, balances, utensilios de cocina, nevera, caja de agua
y mobiliario.
“Empezamos con 12 pacientes y ya
tenemos 24, para una capacidad de 40. Contamos con un personal calificado
compuesto por las especialidades de rehabilitación y terapia ocupacional,
dietista y nutrióloga, además del apoyo de administrador, auxiliares de cocina,
limpieza y custodios”, cuenta la nutrióloga Elizabeth Medrano.
“El especialista en geriatría del
municipio y el consultorio médico de esta área tienen la responsabilidad de
analizar cada semana la evolución medica de cada miembro de la Casa. En estos momentos
se están conformando los análisis y los resúmenes de historia clínica para
tener un cuadro general de cada abuelo”.
“El objeto social de la Casa es prestar ayuda a la
familia y mantener ocupado el mayor tiempo posible al adulto mayor. Son
personas jubiladas, generalmente viven solos o permanecen solos en casa durante
el día porque el resto del núcleo familiar trabaja”, comenta Adney Alfonso
Velázquez, rehabilitadora social.
“Aquí desarrollamos actividades, el
Inder les proporciona diferentes juegos de mesa, otros ven el televisor,
hacemos visitas programadas a centros comunitarios y se reinsertan
socialmente”.
Los requisitos para el ingreso a
esta institución son poseer más de 60 años y estar apto física y mentalmente
–porque es imprescindible que pueda valerse por si mismo. Un día al azar
comienza aquí a las 7:30 a.m con el desayuno, luego el matutino con las
noticias prominentes y un debate del plan de actividades del día.
Pedro Moreno Ramos tiene 78 años y recientemente
se incorporó a la Casa
de abuelos. ”La atención aquí es maravillosa, asegura, yo estaba en mi casa
solo, vine para acá buscando comunicación y la he encontrado. Me siento
contento, con más fuerzas, tenemos todas las condiciones, la alimentación es
muy buena y la cocinera pone todo su empeño, es como si estuviera en la casa”.
Cuando se le pregunta acerca de los
beneficios que reporta el cambio de entorno social a su salud explica: “Antes
en el trayecto de mi casa hasta aquí paraba cinco veces, y con los ejercicios y
las actividades que hemos hecho en este tiempo soy capaz de recorrer esa
distancia sin tener que detenerme. ¡Ahora me siento tan contento y bien que
tengo hasta más fuerzas!”
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