La atención esmerada a la limpieza
de los barrios, la recogida de desechos sólidos y la lucha contra la
proliferación de vectores es una premisa del sistema de Salud Pública ante las
lluvias reiteradas de las últimas semanas.
En cada asentamiento tunero se combaten los malos hábitos y la inconsciencia relacionados con la formación de microvertederos, la crecida de maleza en los solares yermos, así como el
estancamiento del agua, por solo citar algunos ejemplos nocivos.
Las enfermedades respiratorias y
diarreicas agudas son males propios del cambio climático de estos meses, de ahí
la necesidad del trabajo profiláctico con los sectores más vulnerables: niños y
ancianos.
El sector de la salud hace un
llamado a la población a actuar con responsabilidad individual y una elevada
percepción del riesgo. “Es importante que la población actúe en función de los peligros
que tengan y realicen las acciones de saneamiento en el hogar, con respeto a
las labores de los compañeros de la campaña antivectorial”, señaló.
Aquellos sectores implicados deberán
poner todo su empeño en contribuir a la limpieza de fosas, recogida de desechos
sólidos, reparto de agua potable en los ciclos acordados y con total
eficiencia. A su vez, el personal de la salud tiene el compromiso de hacer las
pesquisas en lugares de alta incidencia de focalidad. El enfrentamiento a las
enfermedades epidémicas es una tarea de todos y depende del sistema de
higienización que sostenga la comunidad.
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