Apostada
discretamente en un extremo de la calle más antigua de “Colombia”, la nombrada
de Los Cocos, el agricultor tiene su tienda especializada. Dentro del sistema
del Minagri, esta unidad hace más de 15 años promueve la venta de implementos,
productos agrícolas, y -de forma excepcional en la provincia- cuenta con un
aula para la capacitación obrera.
María del
Carmen Jiménez es técnica administradora de la tienda desde hace 16 años. A su
cargo, el control de cada instrumento y gramo de semilla, la venta y el buen
trato al cliente, el embellecimiento del local que pese a los años mantiene su
cuidado.
“Se ofertan
servicios de fumigación e injerto, comenta, implementos para el trabajo
agrícola a precios asequibles, productos biológicos, materia orgánica y también
se abastece de semillas a los huertos de la agricultura urbana, a campesinos y
personas naturales que deseen sembrar en casa su poquito de hortaliza y condimento”.
Es la única
tienda del agricultor en la provincia que tiene incorporada un aula para la
capacitación a las personas que trabajan la tierra de forma empírica. Técnicos
y especialistas del municipio martes y jueves a las 9:00 de la mañana ofrecen
información a quienes deseen superarse, sobre el aprovechamiento de los suelos,
los tipos de cultivo, el uso de los productos biológicos, entre otras
utilidades.
“Generalmente
hay 15 variedades de semillas a la venta, bien protegidas por un sistema de
refrigeración que hace varios años se donó al municipio. Aun así, considera
María, ese grano que llega trimestral y es provisto por la empresa de semillas
de Las Tunas y Holguín, a veces no cuenta con la calidad requerida y por lo
tanto no es acorde a su precio. Ahí jugamos un papel importante los técnicos,
para distinguir que semilla es oportuna comprar y ofrecer al público”.
Es una unidad
de la agricultura que merece ser explotada por la población lugareña. El
desarrollo agrario y el movimiento de la agricultura urbana encuentran allí
información, recursos valiosos y potencial humano.