lunes, 6 de octubre de 2014

Una causa de vida



A sus 26 años, Yeilis Guerra Mora, residente en el municipio de Colombia, en Las Tunas, sostiene con ímpetu imparable la causa de los Cinco. Una lucha que ha calado en su historia personal, en su carácter y su convicción de joven cubana. Siente a Ramón hoy como un padre y reconoce la ternura innata de una personalidad optimista en la pluma de Gerardo.

 “La primera carta vino a nombre de Luis Medina, en el sello la bandera de Estados Unidos. Mi abuela, la persona más importante de mi vida, la recibió y la guardó con recelo durante días, bajo el cojincito de la silla donde siempre estaba sentada. ¡No era normal que una carta del exterior, de un hombre desconocido le llegara a su niña!”
La historia hoy causa en quienes la escuchan una innegable sonrisa de nostalgia. La abuela de Yeilis ya no está físicamente en su sillón de las tardes, pero en esta historia de lejanías familiares y condenas injustificadas, ella tuvo parte, incluso, con su puño y letra cuando, una vez aclarado el incidente, decidió escribirle desde su inspiración al nuevo amigo de su nieta.

“¡Llevaba un año y medio esperando esa carta!”, comenta Yeilis, “anteriormente le escribía con el nombre de Ramón Labañino y al retorno decían que ese prisionero no estaba en la institución”. Una extensa búsqueda la llevó al ICAP donde descubrió que Daniel Medina era la identidad con la que el  Héroe cubano ingresó al país norteamericano.

“Él siempre me pide que en la carta, adentro, en el papel, en el nombre de su amigo le escriba Ramón. El Gobierno norteamericano no le ha permitido adquirir su verdadera identidad ya que es el único cargo por el que lo pueden condenar… la  identidad falsa como delito en las leyes mundiales tiene un término y esa ha sido una de las violaciones más grandes… a partir de ahí, se le imputan cargos que en realidad él y ninguno de los cinco cometieron”.
El año pasado tuvo la oportunidad de conocer a su familia, en un evento internacional solidario de la causa. “Estar parada frente a las hijas y esposa de Ramón fue muy impresionante. Tienen una preparación psicológica fuerte, pero llega el momento en que encuentran personas que llevamos tiempo comunicándonos con él y que hemos desarrollado un vínculo afectivo… y se torna muy difícil.”
El encuentro fluyó con fraternidad indescriptible y una de las hijas de su “amigo” le dijo: “¡Cuando terminemos me enseñas todo lo que tienes de mi papá!”
Dos cartas la unen también a Gerardo. “Cuando uno interioriza sus letras sabe que es una persona muy preparada, de valores extraordinarios, muy positiva, alegre, carismática y sobre todo amorosa. Con esa misma dulzura con que le escribe a su esposa, encuentra las palabras exactas para darle aliento a su familia y a quienes tenemos la dicha de escribirle.”
UNA IDEA QUE CRECE
La primera carta, en el 2006, fue el motor impulsor para que se animara a sumar voces a la causa en el pueblo sureño. Ya había visto la fundación de comités en otros espacios: “Comencé con 14 niños del seminternado Francisco González Cueto, de segundo hasta sexto grados. Realizábamos actividades, exposiciones por la libertad, el Festival de la Canción Patriótica y otras cosas sencillas los días 5 de cada mes. La Federación de Mujeres Cubanas nos fue acercando a los barrios y de pronto el grupo se hizo más grande y diverso.”
Fue así que oficialmente el día Cinco de septiembre de este año, con las bases, los argumentos, y el deseo de promover la causa en “Colombia”, se conformó el Comité Municipal de Solidaridad con los Cinco. Las expectativas son grandes, entre ellas la creación de un sitio web –en los idiomas español e inglés- donde se publica toda la información recopilada (incluida una compilación extensa de todos los periódicos donde se manifiesta el tema de los Cinco), las cartas recibidas y las actividades desarrolladas en el poblado. 
Suman aproximadamente 95 personas entre amas de casa, niños de la escuela especial, de las enseñanzas Primaria y Secundaria, jubiladas, tres niños de Jobabo y una niña discapacitada de “Amancio”. “En la Asamblea Municipal del Poder Popular en Colombia, hace cinco meses, levantamos la voz y salió una carta firmada por todos los miembros…es la respuesta que estamos esperando ahora.”
Las anécdotas la hacen estremecer. Aquella primera vez en que frente al colectivo de estudiantes de la ESBU Marcos Borrero venció el miedo escénico, contó su historia y el intercambio se extendió durante más de dos horas cuando las manos adolescentes empezaron a levantarse para preguntar. ”De ese diálogo surgieron 39 cartas y hay tres respuestas”, comenta.
“Esta causa se ha vuelto mi vida, mi razón de ser. Ya no existe argumento legal ninguno, lo que nos queda es unir las voces del mundo para que el Presidente de Estados Unidos firme su liberación.
Siento a Ramón como mi papá, no sé como se las arregla para que cada día de mi cumpleaños me llegue una carta con su felicitación y ante la pérdida de mi abuela tuve su palabra de consuelo… Cuando los sientes como tu propia familia haces hasta lo imposible porque llegue el mensaje, por alcanzar la meta…”

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