lunes, 23 de febrero de 2015

Por un mayor servicio a la tercera edad



Un anhelo guardado durante casi seis años se hace realidad en el municipio de Colombia desde inicios del 2015. La reapertura de la Casa de Abuelos “Graciela de la C. Fandiño González”, devuelve la vitalidad a quienes desde la tercera edad reclaman un espacio de crecimiento común, atención especializada y socialización.
Una inversión de 75 mil pesos dio culminación a las acciones constructivas en la instalación con el completamiento de la red hidrosanitaria e hidráulica, así como la cerca perimetral y cobertura de áreas exteriores con losa hexagonal. Importantes recursos se pusieron a disposición del personal: televisor de moderna tecnología, ventiladores, balances, utensilios de cocina, nevera, caja de agua y mobiliario.

“Empezamos con 12 pacientes y ya tenemos 24, para una capacidad de 40. Contamos con un personal calificado compuesto por las especialidades de rehabilitación y terapia ocupacional, dietista y nutrióloga, además del apoyo de administrador, auxiliares de cocina, limpieza y custodios”, cuenta la nutrióloga Elizabeth Medrano.
“El especialista en geriatría del municipio y el consultorio médico de esta área tienen la responsabilidad de analizar cada semana la evolución medica de cada miembro de la Casa. En estos momentos se están conformando los análisis y los resúmenes de historia clínica para tener un cuadro general de cada abuelo”. 
“El objeto social de la Casa es prestar ayuda a la familia y mantener ocupado el mayor tiempo posible al adulto mayor. Son personas jubiladas, generalmente viven solos o permanecen solos en casa durante el día porque el resto del núcleo familiar trabaja”, comenta Adney Alfonso Velázquez, rehabilitadora social.
“Aquí desarrollamos actividades, el Inder les proporciona diferentes juegos de mesa, otros ven el televisor, hacemos visitas programadas a centros comunitarios y se reinsertan socialmente”.
Los requisitos para el ingreso a esta institución son poseer más de 60 años y estar apto física y mentalmente –porque es imprescindible que pueda valerse por si mismo. Un día al azar comienza aquí a las 7:30 a.m con el desayuno, luego el matutino con las noticias prominentes y un debate del plan de actividades del día.
Pedro Moreno Ramos tiene 78 años y recientemente se incorporó a la Casa de abuelos. ”La atención aquí es maravillosa, asegura, yo estaba en mi casa solo, vine para acá buscando comunicación y la he encontrado. Me siento contento, con más fuerzas, tenemos todas las condiciones, la alimentación es muy buena y la cocinera pone todo su empeño, es como si estuviera en la casa”.
Cuando se le pregunta acerca de los beneficios que reporta el cambio de entorno social a su salud explica: “Antes en el trayecto de mi casa hasta aquí paraba cinco veces, y con los ejercicios y las actividades que hemos hecho en este tiempo soy capaz de recorrer esa distancia sin tener que detenerme. ¡Ahora me siento tan contento y bien que tengo hasta más fuerzas!”

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